Hay muchas cosas desfasadas y pendientes de revisión en este país, que no se han adaptado a los nuevos tiempos y las nuevas realidades y necesidades de los ciudadanos. Una de ellas es el baremo que fija la indemnización por daños personales en accidentes de tráfico en España, que entró en vigor en el año 1995, hace ya casi 20 años, y no ha sufrido desde entonces,ninguna modificación. Ha sido una herramienta de gran utilidad social, para uno de los peores momentos por los que puede pasar una persona, donde de repente, en unos pocos segundos, se pierde la normalidad en la vida, por un accidente de circulación. Y el seguro esta ahí para paliar los daños y comenzar el arduo camino hacia la recuperación.
El diario EL Pais publicaba ayer una serie de datos y comparativas con otros países europeos, donde se apuntaba el gran descenso de los siniestros graves y de los mortales en este amplio periodo de tiempo, pero no así en los siniestros leves, que crecen de forma desproporcionada, a pesar de los grandes esfuerzos en materia de seguridad que aplican las marcas automovilísticas a sus coches, y a las mejoras en la seguridad vial. ¿Que hay detrás de esta incongruencia? La picaresca, el fraude de muchas personas que fingen lesiones leves, y donde se ha instaurado un verdadera cultura de la estafa. No es extraño oír por la calle: “fulanico y menganico, en un “roce” de nada que le dieron en su coche, se pusieron el collarín y solicitaron la baja, y le han “sacado” tanta pasta al seguro. Que pillos, y ¿como lo han hecho? Contesta el otro, ávido de información para cuando pueda hacerlo el”. Seguro que todos conocemos a varios sujetos de este tipo, porque Murcia es la región con más fraude en accidentes de toda España. Tanto que, muchas compañías no quieren trabajar el ramo de autos en Murcia, o lo hacen con unas primas más elevadas que en Alicante o Almeria, para poder compensar la picaresca. Y pagamos todos justos por pecadores. Triste pero, real como la vida misma.
Pero regresando al tema de la modificación del baremo de automóviles, hay muchas cosas que hay que corregir y adaptar, señalo algunos ejemplos muy significativos:
– Las amas de casa: debe reconocerse su trabajo no remunerado y corresponderle algún tipo de indemnización.
– Los niños y ancianos: no conocen las normas de tráfico, como lo que es un paso de cebra, pero deben estar amparados por el nuevo baremo.
– La sanidad publica: asume completamente los gastos asistenciales de las víctimas de trafico a partir del tercer año del accidente, todos los cuidados sanitarios y medicinas de las secuelas, liberándose la aseguradora de este coste. Se debe regular esta cuestión, para hacerla más sostenible.
La reforma del baremo reforzará el papel social y vertebrador del seguro de autos, para que todos seamos iguales y estemos protegidos, con un instrumento ágil y equitativo, pero también debe ser tarea de todos combatir al fraude, que detrae recursos del sistema y perjudica al resto de la sociedad. Y en Murcia, en concreto, tenemos un duro examen que pasar de actitud y responsabilidad, para no ser ya nunca más, la oveja negra.
Juan David Ruiz Cárceles
Presidente de Guadalentin Emprende, Jóvenes Empresarios