Han pasado ya tres años desde que los ciudadanos ocuparon la Puerta del Sol madrileña, un movimiento social que consiguió llegar a lo más hondo de la dormida conciencia de muchos millones de españoles, en un primer momento con una mezcla de simpatía y recelo, por esta movilización ciudadana y hasta adonde sería capaz de llegar, por los pocos recursos con los que contaba y el rechazo generalizado de la clase política. Solidaridad, Compromiso y Empatía rezumaban por cada rincón del país, a los pocos días hacia el Movimiento, que valoraba por encima de todo al ciudadano y al estado del bienestar, en una realidad en la que es amenazado cotidianamente.
Muchos movimientos sociales posteriores al 15-M han surgido dentro y fuera de nuestras fronteras, alcanzando relevancia y transcendencia frente a situaciones injustas y desdeñables. Las nuevas tecnologías, las redes sociales, han ayudado mucho a que la voz del ciudadano pueda llegar a todos los lados del mundo, de forma gratuita y espontánea, sin tener que pasar el control y visado de las grupos empresariales de los medios, en muchos casos, manipulados y controlados por los partidos políticos. Por supuesto que una red social no se puede convertir en un vertedero de basura donde se promueva la violencia o vulneren los derechos de las personas, como lamentablemente ha sucedido esta semana, pero debemos intentar también salvaguardar la libertad de expresión por estas nuevas formas de comunicación ciudadana, que en muchas ocasiones se convierten en nuestra única via de escape a la indignación y la frustación, y en un estímulo contra el inmovilismo social.
Y si unimos el movimiento ciudadano incipiente y el uso de las nuevas tecnologías, podemos terminar hablando del otro tema diario de esta semana y de las próximas, nuestra cita con la urnas. la abstención alcanza porcentajes verdaderamente preocupantes, porque la sociedad no cree en el actual modelo democrático, oxidado ante la falta de transparencia, de participación ciudadana, y de agilidad en la toma de decisiones. Problemas que pueden solucionarse hoy en día con el uso de la tecnología, desarrollando un modelo de participación ciudadana real, de democracia participativa en los temas vitales y transcendentales, y sin los elevados costes que conllevan siempre unas elecciones y la paralización de la vida política durante varias semanas. Oye, y ya que estamos, ¿para cuando las listas abiertas, para cuando votar y elegir a las personas, y no a los partidos? ¿para cuando poder decidir nosotros?
Pues mientras espero, voy a poner un tweet, que es lo único que me queda….